De
acuerdo al artículo de la revista llamada bloomberg el hacker colombiano Andrés
Sepúlveda es un hombre de 31 años quien dice haber viajado durante ocho años a
través del continente manipulando las principales campañas políticas.
La
carrera de Sepúlveda comenzó en 2005 en la cual sus primeros trabajos
consistían principalmente en modificar sitios web de campañas y violar bases de
datos de opositores con información sobre sus donantes. Con el pasar de los
años reunió equipos que espiaban, robaban y difamaban en representación de
campañas presidenciales dentro de Latinoamérica. Por US$12.000 al mes, un
cliente contrataba a un equipo que podía hackear teléfonos inteligentes,
falsificar y clonar sitios web y enviar correos electrónicos y mensajes de
texto masivos. Había un paquete Premium de un costo de US$20.000 mensuales que
incluía una amplia gama de intercepción digital, ataque, decodificación y
defensa. Los trabajos eran cuidadosamente blanqueados a través de múltiples
intermediarios y asesores.
Cuando
era niño el fue testigo de la violencia de las guerrillas marxistas de Colombia
y ya de adulto se unió a derecha que emergía en Latinoamérica. Creía que sus
actividades como hacker no eran más diabólicas que las tácticas de aquellos a
quienes se oponía, como Hugo Chávez y Daniel Ortega así que el continuaba
haciendo lo que mejor hacia, hackear elecciones presidenciales.
Su
trabajo en si consistía en hacer acciones de guerra sucia y operaciones
psicologías, propaganda negra, rumores, todo lo que tenga que ver con la parte
oscura de la política que nadie sabe que existe pero que todos ven.
Andrés
Sepúlveda ayudo a que Enrique Peña Nieto alcanzara su victoria como presidente
de la Republica, mientras se celebrara la victoria, a dos mil millas de
distancia en un departamento en el lujoso barrio de Chico Navarra en Bogotá,
Andes estaba sentado frente a seis pantallas de computadores. Estaba observando
una transmisión en directo de la celebración de la vitoria de Peña Nieto, a la
espera de un comunicado oficial sobre los resultados.
Cuando
Peña gano Sepulveda comenzó a destruir evidencia. Perforo agujeros en memorias
USB, discos duros y teléfonos móviles, calcino sus circuitos en un microondas y
luego los hizo pedazos con un martillo. Trituro documentos y los tiro por el
excusado, junto con borrar servidores alquilados de forma anónima en Rusia y
Ucrania mediante el uso de Bitcoins.
Bitcoin
usa tecnología peer-to-peer o entre pares para operar sin una autoridad central
o bancos; la gestión de las transacciones y la emisión de bitcoins es llevada a
cabo de forma colectiva por la red. Bitcoin es de código abierto; su diseño es
público, nadie es dueño o controla Bitcoin y todo el mundo puede participar.
Por medio de sus muchas propiedades únicas, Bitcoin permite usos interesantes
no contemplados por ningún sistema de pagos anterior.
Sus
equipos trabajaron en elecciones presidenciales en Nicaragua, Panamá, Honduras,
El Salvador, Colombia, México, Costa Rica, Guatemala y Venezuela. Muchos de los esfuerzos
de Sepulveda no rindieron frutos, pero tiene suficientes victorias como para
decir que ha influenciado la dirección política de América Latina moderna.
Una
persona que trabajó en la campaña en México y que pidió mantener su nombre en
reserva por temor a su seguridad, confirmó en gran parte la versión de
Sepúlveda sobre su función y la de Rendón en dicha elección. Sepúlveda
dice que en España le ofrecieron varios trabajos políticos que habría rechazado
por estar demasiado ocupado.
Actualmente
cumple una condena de 10 años por los delitos de uso de software malicioso,
conspirar para delinquir, violación de datos y espionaje conectados al hackeo
de las elecciones de Colombia de 2014. Accedió a dar su versión de hechos para
convencer al publico de que se ha rehabilitado y obtener respaldo para la
reducción de su condena, cosa que yo no creo anda de su rehabilitación ya que paso toda su vida hackeando no creo que cambie de ¨ trabajo¨.
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